Los chicharrones, o «roxóns» como los llamamos en Galicia, son mucho más que un simple alimento. Representan una tradición profundamente arraigada en nuestra cultura rural y en la cocina casera. Este manjar nació como una forma de aprovechar todo del cerdo, y hoy sigue siendo un ingrediente imprescindible en muchas recetas.


La historia de los chicharrones en Galicia

Tienen su origen en las matanzas del cerdo, una práctica esencial en las aldeas gallegas durante siglos. Después del sacrificio, se aprovechaba absolutamente todo, y este alimento surgió al reutilizar la grasa sobrante tras extraer la manteca.

Estas matanzas no solo eran un trabajo, también un evento social. Reunían a familias y vecinos, convirtiéndose en un momento de unión. Los «roxóns» eran un alimento clave en invierno, por su capacidad de conservarse y aportar energía. Incluso en romerías y fiestas, era típico acompañarlos con pan, sobre todo de centeno, una combinación que sigue conquistando paladares.


Cómo se hacen los chicharrones gallegos

El proceso tradicional para hacer elaborarlos es sencillo y artesanal. Se derrite lentamente la grasa del cerdo en un caldero grande, removiendo constantemente para evitar que se queme. Este proceso da como resultado tres productos:

  1. Manteca, para cocinar y conservar.
  2. Chicharrones, trozos crujientes de carne y grasa.
  3. Unto, muy valorado en Galicia para dar sabor al caldo gallego.

El secreto está en cocinarlos con paciencia y a fuego lento, logrando esa textura crujiente y un sabor inconfundible. Aunque muchas familias aún los preparan en casa, también se pueden encontrar fácilmente en mercados y tiendas.

En Atilano Anllo, nuestros chicharrones son pura tradición gallega… ¡y puro placer!



CHICHARRONES


En Galicia se elaboran diferentes tipo de chicharrones o como nosotros le llamamos Roxós. Este tipo de chicharrón se elabora cortando el tocino y la piel en trozos pequeños y cociendo en agua a fuego lento hasta que eliminan parte de la grasa.


Recetas con chicharrones

En la cocina gallega son muy versátiles y aparecen tanto en recetas clásicas como en versiones modernas.

  • Pan de chicharrones (Bola de Roxóns) Es un clásico gallego. Un pan suave, a veces dulce, que mezcla harina con chicharrones e incluso un toque de azúcar o canela. Aunque típico del Carnaval, se disfruta todo el año.
  • En guisos y platos tradicionales: Los chicharrones enriquecen el caldo gallego al final de la cocción, aportando sabor y textura. También son ideales como relleno para empanadas o acompañando platos caseros.
  • En recetas modernas: Hoy en día, los chicharrones también se pueden añadir a ensaladas para darles un toque crujiente o usarse para decorar cremas y sopas, dándoles un sabor y una textura especiales.