El Jamón Ibérico es una golosina celestial, es básicamente una religión en España, donde se venera por encima de todos los demás alimentos.
El jamón ibérico lo encontrarás en toda España y Portugal (la Península Ibérica). Sin embargo, mientras que los portugueses lo comen, son los españoles quienes convierten el acto de comer jamón en un evento semi-espiritual.
Sólo puede proceder de cerdos ibéricos autóctonos. Una raza completamente diferente, estos cerdos tienen una coloración gris oscuro y negro, con pezuñas de color negro azabache.
Cuando los fenicios se asentaron por primera vez en la península ibérica en el siglo IX, trajeron consigo cerdos domesticados. Estos cerdos se cruzaron con jabalíes locales, dando lugar al cerdo ibérico.
Hoy en día todavía se pueden ver algunas características de jabalí en estos cerdos, con patas musculosas, un hocico largo y pezuñas negras.
Estos pies negros son tan característicos que el nombre local del jamón ibérico es simplemente “patas negras”
El Jamón Ibérico.
El jamón ibérico se ha convertido ahora en uno de los pocos alimentos que se encuentran en todas las regiones de España, ¡y uno de lujo! La pierna de carne más cara del mundo es un jamón ibérico valorado en 4.100 €.
Para obtener el jamón verdaderamente mejor de lo mejor, los lechones se sueltan en una granja pastoral salpicada de bosques de robles, hierbas silvestres y pastos nativos.
Los cerdos, que alguna vez fueron pequeños, pastan libremente con la mayor cantidad posible de este producto totalmente natural. Cada cerdo puede comer aproximadamente 5-10 kilos (15-20 libras) de bellotas todos los días, ganando alrededor de dos libras de grasa al día.
Como resultado, los cerdos ibéricos tienen una relación grasa-carne mucho más alta que sus primos serranos. Atiborrarse de todas las bellotas también significa que los cerdos absorben ácido oleico; ¡el mismo ácido graso que se encuentra en el aceite de oliva!
Eso significa que el jamón de bellota tiene algunos de los beneficios para la salud del aceite de oliva, y se ha demostrado que reduce el colesterol malo.
El dulce sabor a nuez de las bellotas penetra profundamente en la carne, dándole un sabor delicado y único. El jamón que se obtiene de estos cerdos se llama jamón ibérico debellota (jamón ibérico de bellota).
Recetas sencillas y deliciosas
A continuación te presentamos 4 deliciosas recetas sencillas de jamón ibérico que tienes que probar:
Huevos rotos con Jamón Ibérico Cebo Luis
- Comience pelando 3-4 papas medianas.
- Proceder a cortarlos en láminas finas y sofreír con aceite de oliva español.
- Déjalas a un lado en un plato una vez que estén blandas.
- A continuación, freír unos huevos en aceite de oliva.
- Retirarlos de la sartén una vez que la clara de huevo ya no sea transparente.
- Colócalas con cuidado encima de las papas.
- Añadir sal y pimienta al gusto.
- Por último, añade unas lonchas de Jamón Ibérico encima de los huevos.
- La clave es dejarlos allí durante unos minutos, eso permitirá que la grasa se derrita, lo que le dará un sabor extra al plato.
Jamón Ibérico de queso a la plancha
- Unte mantequilla en cuatro rebanadas de pan.
- Cuando haya terminado, colóquelos en una bandeja para hornear, con el lado enmantequillado hacia abajo.
- Añade una loncha de tu queso español favorito y una generosa cantidad de jamón ibérico.
- Cubra con más queso y refrigera el sándwich durante al menos 30 minutos.
- Caliente una sartén grande a fuego medio-alto (también puede usar una prensa para panini) y cocine los sándwiches hasta que el queso se derrita; el pan debe estar dorado.
Espárragos envueltos en Jamón Ibérico
- Precaliente el horno a 400F.
- Coloque un manojo de espárragos (cortados) en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
- Rocíe las verduras con aceite de oliva y agregue un poco de sal y pimienta.
- Asar los espárragos durante 10-12 minutos en el horno hasta que estén tiernos.
- Dejar enfriar antes de envolver los espárragos con media loncha de jamón ibérico.
- Transferir a un plato y servir.
Croquetas de Jamón Ibérico Cebo Campo
- Caliente 6 cucharadas de aceite de oliva en una sartén pequeña a fuego medio.
- Agregue 3/4 taza de harina y cocine por 3 minutos, revolviendo constantemente.
- Agregue gradualmente 1 1/2 taza de leche y 1/2 taza de caldo de pollo. Continúe cocinando durante 30 minutos.
- A partir de ahí, agregue media cucharadita de nuez moscada. Cocine hasta que la salsa esté suave y espesa.
- A continuación, añade media taza de jamón ibérico picado. Continúe cocinando durante 2-3 minutos a fuego lento.
- A partir de ahí, retira la mezcla y deja que se enfríe durante 10 minutos antes de colocarla en el frigorífico durante al menos 3 horas.
- Una vez que esté refrigerado, divida la mezcla en bolas de 1 pulgada con las manos. Ponlas en un plato.
- Luego, combine 1 taza de pan rallado con 2 huevos ligeramente batidos en un tazón pequeño.
- Rebozar las croquetas en la mezcla de pan rallado y freír con aceite caliente. Cocine hasta que estén doradas.
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